lunes, 2 de mayo de 2011

Competencias indispensables para la vida real.

Quizás uno de los problemas que más afectan al aprendizaje en secundaria es la aparentemente escasa relación que existe entre la mayoría de los contenidos y el mundo en el que se desenvuelven los alumnos.
No es un problema menor ya que estos contenidos son necesarios para el desarrollo de futuros aprendizajes pero, por sí mismos, son capaces de desactivar la curiosidad de una buena parte del alumnado.
Por otra parte, la obtención del conocimiento que aportan estos contenidos es también necesaria para obtener certificados académicos pero sirven de poco fuera de la escuela.
El sistema educativo sigue, desde hace muchos años el esquema:



El profesor actual como enlace entre el conocimiento y el alumno, y de él depende el funcionamiento del proceso de aprendizaje.
El modelo, que idearon los antiguos, ha sido válido en tanto que el profesor era quien tenía un acceso privilegiado a la información, a través de su formación y de los materiales y recursos educativos (propios o proporcionados por las editoriales)
En los últimos años la sociedad desarrollada en su conjunto ha sufrido la revolución del acceso a la información y los contenidos.
Nuestras hijas e hijos consumen información desde muy pequeños.
Al llegar el primer día a su clase de Ed. Infantil ya han visto documentales y conocen conceptos básicos que les llegan desde series como Pocoyó o similares, les hemos llevado a algún museo, zoológico, teatro, títeres, circo, etc.
Al pasar a primaria bastantes de ellos han usado un ratón e incluso, navegado por internet y visto videos en youtube.
En secundaria han creado su perfil en Tuenti, ven sus series on-line, han oido todo tipo de música. Incluso ven telediarios, visitan con nosotros más museos, vamos al teatro, leen, van al cine...
Ellos han cambiado el modo de acceder a la información.
Pero la Escuela no parece haber cambiado con ellos.
Nuestro Sistema Educativo se basa en la Reproducción. El alumno, para demostrar que ha adquirido un conocimiento tiene que reproducirlo, copiar en una hoja la definición, repetir un gráfico, etc.
El modelo que proponen otros sistemas y que, por ejemplo, es el que evalua PISA (creo que por esto nos va mal en esta prueba) es el de Uso del conocimiento en situaciones cotidianas.
Debemos modificar nuestro modelo de aprendizaje para que nuestras hijas e hijos sean capaces de encajar en un mundo que va a ser cada vez más difícil.
¿Y cómo sabemos que están preparados?
La Comunidad de Madrid ha puesto en marcha la prueba de CDI, que el alumnado de 3º de ESO ha pasado el día 28 y mide solo 3 competencias que declara "imprescindibles":
  • Matemática
  • Lengua
  • Dictado

Supongo que estaremos de acuerdo que estas eran las destrezas indispensables en tiempos de los griegos.

La UE ha propuesto 8 competencias indispensables que han de ser evaluadas en el proceso educativo (las copio tal cual)

  • La comunicación en la lengua materna, que es la habilidad para expresar e interpretar conceptos, pensamientos, sentimientos, hechos y opiniones de forma oral y escrita (escuchar, hablar, leer y escribir), y para interactuar lingüísticamente de una manera adecuada y creativa en todos los posibles contextos sociales y culturales.
  • La comunicación en lenguas extranjeras, que implica, además de las mismas competencias básicas de la comunicación en lengua materna, la mediación y comprensión intercultural. El grado de dominio depende de varios factores y de las capacidades de escuchar, hablar, leer y escribir.
  • La competencia matemática y las competencias básicas en ciencia y tecnología. La competencia matemática es la capacidad de desarrollar y aplicar un razonamiento matemático para resolver problemas diversos de la vida cotidiana, haciendo hincapié en el razonamiento, la actividad y los conocimientos. Las competencias básicas en ciencia y tecnología remiten al dominio, la utilización y la aplicación de conocimientos y metodología empleados para explicar la naturaleza. Por ello, entrañan una comprensión de los cambios ligados a la actividad humana y la responsabilidad de cada individuo como ciudadano.
  • La competencia digital, que conlleva un uso seguro y crítico de las tecnologías de la sociedad de la información (TSI) y, por tanto, el dominio de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
  • Aprender a aprender, competencia vinculada al aprendizaje, a la capacidad de emprender y organizar un aprendizaje ya sea individualmente o en grupos, según las necesidades propias del individuo, así como a ser conscientes de los métodos y determinar las oportunidades disponibles.
  • Las competencias sociales y cívicas. La competencia social remite a las competencias personales, interpersonales e interculturales, así como a todas las formas de comportamiento de un individuo para participar de manera eficaz y constructiva en la vida social y profesional. Esta competencia se corresponde con el bienestar personal y colectivo. La comprensión de los códigos de conducta y de las costumbres de los distintos entornos en los que el individuo se desarrolla es fundamental. Un individuo puede asegurarse una participación cívica, activa y democrática gracias a estas competencias cívicas, especialmente a través del conocimiento de las nociones y las estructuras sociales y políticas (democracia, justicia, igualdad, ciudadanía y derechos civiles).
  • El sentido de la iniciativa y el espíritu de empresa, que consiste en la habilidad de transformar las ideas en actos y que está relacionado con la creatividad, la innovación y la asunción de riesgos, así como con la habilidad para planificar y gestionar proyectos con el fin de alcanzar objetivos. Las personas son conscientes del contexto en el que se sitúa su trabajo y pueden aprovechar las ocasiones que se les presenten. El sentido de la iniciativa y el espíritu de empresa son el fundamento para la adquisición de cualificaciones y conocimientos específicos necesarios para aquellos que crean algún tipo de actividad social o comercial o que contribuyen a ella. Dicho espíritu debería comportar asimismo una concienciación sobre los valores éticos y fomentar la buena gobernanza.
  • La conciencia y la expresión culturales, que suponen la conciencia de la importancia de la expresión creativa de ideas, experiencias y emociones a través de distintos medios (la música, las artes escénicas, la literatura y las artes plásticas).
La pregunta es ¿terminan nuestras hijas e hijos la secundaria con competencia en estas materias?

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