Llevo unos días dándole vueltas a una idea.
Pese a la contundencia de alguna de las acciones y el éxito que estamos teniendo, a veces no parece que las cosas funcionen bien.
Veo en los foros y oigo en algunas conversaciones en las manifestaciones que la respuesta de los sindicatos mayoritarios esta siendo muy débil a juicio de grupos de profesores y de CGT por ejemplo.
Por otra parte se han puesto en marcha asambleas de profesores al estilo 15M que discuten la legitimidad de CCOO, UGT, STEM, ANPE y CSIF y que contraprograman. Esto produce convocatorias contradictorias y confusión.
Veo que hay muchos titubeos en los sindicatos tradicionales. Puede que desconfíen del seguimiento de algunas convocatorias, razones tenían para ello. Pero después de dos meses de movilización deberían tenerlo más claro.
Como todos habréis podido comprobar, se están convocando huelgas y movilizaciones casi sin tiempo y sin difusión. El ejemplo puede ser la de ayer mismo donde detuvieron a una profesora por intentar pasar por una acera con la camiseta verde. ¿cuantos éramos?
Y empieza a ser habitual usar adjetivos bastante agresivos en mensajes "abiertos" y el post de blogs.
Hasta se discute la legitimidad de estos o aquellos a estar en las movilizaciones.
En fin que creo que ha veces no estamos identificando al enemigo.
Por eso, quizás necesitamos que se produzca una reunión más tranquila, con un portavoz por cada organización y decir allí cada uno quien es su enemigo. A lo peor había sorpresas.
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